Su elaboración es 100% artesanal, tras la coagulación, se procede al salado con sal común yodada mediante frotación y, posteriormente, a su maduración y curación a temperatura controlada durante un mínimo de 60 días con el fin de conseguir una textura casi licuada, todo ello llevado a cabo en tablas de madera de pino gallego con volteos diarios.
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